Aquí encontrará un resumen de los estados de los discos que tenemos en nuestro sitio web. Clasificamos los discos según Goldmine Estándar. La clasificación siempre consta de dos partes: la clasificación del disco (la primera) y la clasificación de la funda (la segunda). A menudo también se pueden encontrar especificaciones (número de pelos o defectos específicos) en la nota que aparece junto al detalle de la placa. A continuación encontrará nuestra traducción al inglés de la Goldmine Standard.
Perfecto en todos los sentidos, probablemente todavía sellado en la lámina original. Seguramente sin tocar.
El disco está en perfecto estado, sin defectos que afecten a la experiencia auditiva. Probablemente no se ha tocado más de una vez, quizá nunca. La superficie sigue brillante, sin arañazos, a lo sumo algunos pequeños rasguños producidos al sacar el disco de la funda interior. La funda exterior no presenta más que pequeños signos de uso, sin desgaste en las esquinas, pegatinas de precios ni etiquetas.
Disco tocado en muy buen estado, probablemente con un pequeño rasguño. Puede estar ligeramente arqueado. Todos los defectos son cosméticos y el disco debería reproducirse limpiamente incluso en los pasajes entre canciones. La carátula puede estar ligeramente oscurecida, descolorida o tener pequeñas rozaduras en las esquinas. No estará pegada con cinta adhesiva ni derramada.
Disco tocado en buen estado, pero con un desgaste importante y sin brillo original. Puede presentar numerosas líneas finas y arañazos que se notan al pasar la uña por encima. Puede haber ruidos perceptibles o descascarillados ocasionales entre pistas y en partes silenciosas. No debería saltar. La cubierta puede estar ligeramente arañada, tener una esquina doblada o un ligero desgaste en los bordes.
Disco con mucho ruido superficial y muchos arañazos, al borde de la reproducción. La cubierta puede estar rasgada o derramada.
Disco en mal estado, deformado, agrietado. Cubierta rota, incompleto.